

El Tunche.
Iluso él, perdió la fuente de su poder sobrehumano, la peluca. Dalila un día la cambió por un cartón de cigarros, y así llego a nuestras manos, previa coima de ley. Yo (aka El Tunche) y mi hermano gemelo de distinta madre y padre (aka El Minotauro), contamos con la pelucadesansón, la cual nos adjudica el poder y derecho divino de criticar, joder y pastrulear a quemarropa. Tú! ven y hazte acreedor de alguna mecha de la peluca, poder infinito de opinar y divagar libremente. NO LO LEASSSSS
*Papa Noel es un viejo vago que se aprovecha de la ilusión de los niños.
*Estas obligado a gastar casi toda tu grati en regalos y en un pavo que pesa más que tu perro.
*Se consume demasiada electricidad por las puras albóndigas (ya fueron a pasear por Chacarilla?)El maletín alargado permanecio cerrado por casi 20 año. Ahora, ya más liviano, se ha vuelto a abrir para comenzar a sonar nuevamente.
Gracias a Producciones Angel
La señora solo seguía emitiendo gritos de desesperación, comentando que nunca en su vida nadie la había tratado de esa manera.
El robusto agresor se quedo quieto, con un cierto temblor involuntario en todo su cuerpo (asumo que la culpa ya había comenzado a trabajar).
Todos los demás pasajeros que nos encontrábamos al rededor de la escena nos paralizamos. Algunos atinamos a gritarle ciertos improperios al agresor de genero masculino (conard, pédé, crapaud, entre otros)
Sin embargo nadie hizo nada. La dama nos lo increpó: "putain, person fais rien".
En ese momento mi cabeza comenzó a trabajar. Saqué todos mis teoremas éticos, morales, pragmáticos, recordé mis clases de Taekwondo, pensé en mi trabajo. En fin, hice una rápida evaluación de la situación y decidí no hacer nada.
1. Mi moral me decía que debía defender a la vieja.
2. Mi lado egoísta me decía no me meta en líos ajenos.
3. Mi pragmatismo me decía que tenia que llegar a mi trabajo a tiempo sin moretones en el ojo (les juro que no quisieran ver la manopla del susodicho acercándose a cualquier parte de su cuerpo)
Me baje en la estación donde debía bajar. Algo consternado entré al restaurante, salude a mis compañeros sin mirarlos a la cara, y empecé con mis labores, me la pasé gran parte de la mañana "decorticando écrevisses".
El tema me quedo rondando en la cabeza todo el día. No sabía si había hecho lo correcto al no actuar frente a esa situación.
¿Un hombre le puede pegar a una mujer?
¿Una mujer le puede pegar a un hombre?
¿La vieja se las busco justificando así la agresión por parte del varón?
¿Debe uno meterse en líos ajenos sabiendo que puedes salir magullado solo por creerte un paladín de la justicia?
¿Es un tema de genero?
¿A la mujer no se le toca ni con el petalos de una rosa?
Son preguntas que no le encuentro respuestas claras o absolutas.
Uds. pelucones y peluconas ¿Qué harían en una situación similar?