Con el pie izquierdo

A veces, cuando uno enciende los faros bajo las cejas después de alguna inconclusa noche de sueño, como un flechazo alojándose en el seso a la velocidad de la luz, se instala una de las pocas certezas con la que el hombre cuenta; Hoy sería mejor no posar pie -derecho siempre- sobre la desgastada alfombra al pie de tu cama. ¡Quédate horizontal!
Y es que ahí no hay pierde (o al contrario), cuando inunda esa sensación es mejor acatar la orden del que más sabe.
Sin duda me encuentro transitando en estas horas de lo que va del día, en el sortilegio de haber hecho caso omiso al edicto gutural. Arrogancia, responsabilidad, osadía ó tan solo indiferencia. Ahora pago las consecuencias.
Un efecto colateral provocado por hacer pie en estos días satánicos es el ahogo en uno mismo. El ánimo tiende a imitar a Jacques Costeau en alguna de sus submarinas travesías y este encalla en lo más profundo del fondo marino.

No sé si en español exista el término ¨resiliencia¨ (resilience in english) pero básicamente se define como la capacidad positiva de ciertas personas de lidiar con el estrés y la catástrofe. Esta virtud -que anhelo procurar- es oro puro cuando se posee, y muchas veces es la causante de que a uno se le conozca como un tipo fuerte/valiente ó uno débil/cobarde, según se posea ó no.
En días así, no se si uno sea dependiente de sus virtudes o defectos, más me parece que se está condenado a que el maleficio sea consumado sin tregua y que tan solo uno se encuentre a la merced del cazador. Por otro lado si me parece que es posible someter a feroz escrutinio los acontecimientos del día y haciendo un heroico ejercicio mental, advertir una que otra pepita dorada en la cantera de roca caliza.
Total la vida es un juego -frase absolutamente cierta/trillada- y a veces se debe jugar al optimista. A algunos nos cuesta más que a otros ( hasta maldecimos a quienes practican el ¨optimismo¨ como estilo de vida y peor aún, quienes pretenden evangelizarnos con sus prédicas entintadas de rosadito pálido y de HelloKittys).

Pero bueno, juguemos a ganador.

Lo primero que se me viene a la mente es el concepto del EQUILIBRIO. El Ying y el Yang, el blanco y el negro, el pesado y el leve (ya entienden la idea). La homeostasis encuadrada fuera de la bioquímica y de los microscopios. Es necesario mantener el equilibrio en cualquier función corporal, mental, espiritual y conductual. Por lo tanto estos sombríos días son tan solo el Yang (¿El Yang es el negrito no?¿Y porque el negrito es el malo? ¡Ese racismo subrepticio que se pega como sarro!) que contrapesan a los días felices. Suena lógico. Pero demasiado metafísico para mi paladar. Aunque reconozco sentirme tentado por adoptar esta explicación.

En breve se me cruza la idea del KARMA. Otro concepto utilizado hasta la saciedad en múltiples entornos y por que no decirlo: Ya hasta perdió su valor -Quemado-.
¿Será que esta secuencia de desafortunados eventos que sucesivamente azotan al mismo ser en un corto lapso temporal, es una especie de deuda mística que está siendo liquidada sin misericordia? Pero, ¿Quién es el acreedor?
Me gusta esta. Me parece que si uno esta conciente de no haberse conducido de modo muy admirable y que además sabe que ha ocasionado sufrimiento ajeno -por decir algo- uno es capaz de confabular en contra de si mismo, buscando disciplinarse y finalmente encuentra solución a los despiadados remordimientos -conciencia que le dicen- con el masoquista goce de vivir estos días del mal.
Pero creo que en esencia se parece bastante a mi explicación del Equilibrio. Y peor aún, mucho más parapsicológica. No me convence.

Y llegan las explicaciones más aburridas, más clásicas y vistas. Ahí están las religiosas, las de las brujería, males de ojo, malas vibras, ondas negativas, corrientes marinas, astros confabulados, ondas electromagnéticas de los celulares alterando los Chakras energéticos y demás menudencias.
Así que expongo mi enunciado final ante tamaño dilema:

DÉJATE DE LLORAR COMO SEÑORA POST-MENOPAÚSICA*, DEJA DE BUSCAR EXPLICACIONES COJUDAS A TUS ÍNFIMAS TRAGEDIAS PERSONALES, DEJA DE REZARLE A DIOSITO PARA QUE TE AYUDE POR TU MALA SUERTE Y PÁRATE, PONTE TU PANTALONSITO Y CHÍNGATE** REPITO, CHÍNGATE** A TU SUPUESTA MALA SUERTE!!

*Perdón a todas mis lectoras Post-Menopaúsicas y en plena efervescencia del climaterio. Me empatizo con todas ustedes y su sufrimiento (que si es real). Algo de hormonas, uno que otro óvulo vaginal, unas vacaciones en el Caribe, un affair con tu profesor de spinning (si es que no es gay) y todo quedará óptimo.

**Pardon my french (bitches)

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NOTA PARA LOS CURIOSOS

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Un resúmen de mi minúscula gran tragedia:

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1) Despierto con un taladro neumático a toda potencia en mi lóbulo frontal derecho.

2) A causa de (1) recurro inmediatamente a las bolitas de colores con químicos compactados. En directa proporción a la intensidad de la migraña me engullo varias bolitas de colores que minutos después encienden una hoguera en mi estimado estomago.

3) Ahora el calvario es doble. La mollera y la tripa.

4) El trabajo mal. Noticias pesadas y desalentadoras. Dimes y sobretodo diretes con licenciadas en enfermería. Mal.

5) Trágico-Tráfico. Peor que lo habitual.

6) Desanimado pero en autoconsuelo-mode, miro el reloj -falta poco para que termine este día-. Me siento en el escritorio. Escucho un crujido leve y al instante se viene sobre mi ser un torpedo de rollizos libros de medicina -calculo sin exagerar 2450 kilos de empastes-. La repisa sobre mi escritorio habia cedido. No soportó el agovio y se dejó vencer por la ciencia médica (Medicina: 1 - Física: 0 ).

7) Suplicios somáticos: Mollera, tripa, y contusiones múltiples.

8) Casi rendido ante la adversidad, el consuelo de estar a un metro de mi cama y resetearme, me da el resto de vigor. Bostezo. Amago levantarme de mi silla con rueditas, pero la fatalidad me hace cabe, provocando que mi longo y considerable cuerpo caiga energicamente sin lograr amortiguar el trauma. Boca arriba, en el frio parqué, miro al techo intentando ubicar exactamente las zonas de donde provienen las punzadas álgidas que envuelven mi cuerpo. Estoy completo por lo menos.

9) Mañana será otro día... (como diría Topo-gay-Gigio)