One is the loneliest number (pero no el peor)

En tinieblas, escondida a mi vista, se encuentra el porque de la necesidad de huirle al uno. ¿Donde se localiza esta exigencia?

Siempre es mejor dos...y  ni que decir de tres. Aunque tres es más un símbolo de carencias, o en todo caso de un desparpajo envidiable. 

Yo aprendí, al igual que tú, que dos es el ideal. Es el fin a una búsqueda de toda una vida y aquel que no llegue al 1+1, derrotado morirá.

Pero hay flexibilidad; está permitido el uno, siempre y cuando solo sea temporal. Inclusive existe la opción del uno y medio, el cual está bien visto tan solo en ciertos círculos y géneros.

Pero, volviendo al mótivo -si es que lo hay- de este post. Me resulta bastante curioso como se puede llegar al autosabotaje de una manera tan brutal y veloz. Seran actos de instinto, que afloran desde el recondito inconciente milenario de nuestra especie o tan solo son berrinches y demostraciones de adiestramiento dictatorial que  ponemos en práctica con uno mismo.

El uno te otorga capacidades incontables, la mayoría de ellas absolutamente beneficiosas para el afortunado. Se decide y se actua bajo ninguna imposición. Libertad le dicen: Yo creo que es la elección de ser esclavo de nuestra propia libertad.

Y ahí es donde la cosa se torna peluda, creo yo:  Ser libre -completamente libre- no es para nada fácil.

Desde los momentos originales de la vida nos acostumbramos, por necesidad claro está, a no ser libres del todo. Los cuidados impuestos por las madres son las mayores muestras de amor ofrecidas hacia nosotros. Sin ellos, en cuestión de horas nos transformariamos en una masa de carne y hueso inanimado .

Y así continua la existencia, siempre guiada o alterada en alguna manera, a veces por elección propia y a veces por reglamento.

Por eso creo que el uno siempre termina siendo visto como simil de derrota.
Grabada en piedra está la experiencia de vida y el miedo a la libertad. El dos usufructua de esa condición. Se aprovecha y devela sus aparentes ventajas:  El cuidado,símbolo del maternal afecto; la posibilidad de dejarse llevar, ya que es más dificil tomar una decisión que acatar una; el apoyo en momentos de debilidad, la libertad del uno requiere callosidades en el carácter; pero sobre todo abriga la certeza de que nuestras vidas no pasarán desapercibidas. Lo cual a mi juicio, despues de varias vueltas, es entendible, pero lejano a la verdad.

El dos es la suma de dos partes, que mutuamente se afectan (para bien o para mal) y que a la larga la influencia ejercida sobre una de las partes será tangible. Ante la muerte, el legado -por más minúsculo que sea- quedará. Y lo que el hombre busca finalmente, es justamente eso, trascender tras su extinción.

Y como dije, es entendible pero falso. El uno tambien trasciende, tambien se inmortaliza. Solo que es menos evidente y a la vista de todos, bastante más triste. Una herencia sin herederos.

La libertad cruda y verdadera se vive con el uno. El resto son mecanismos para escapar a la libertad pura y así alivianar el peso de la conciencia propia - lo cual es completamente comprensible-.

Video: One is the loneliest number - Three dog night