Rol de patas

Pasaré lista. Cuando esuchen su nombre digan presente:

-Está el loco. Ese que parece actuar dirigido por el impulso y el arrebato. Nada más lejos de la verdad. Bajo la espontaneidad y excentricidad se esconde el tipo más cuerdo y sabio, quién además tiene claros los misterios de la vida que a todos nosotros nos siguen aquejando. Ese es el loco.

-Está el espiritual. Si, ese que por mandato de sangre o por desición, conmutó ciertos manerismos urbanos por otros algo más tradicionales. O al menos eso parecería; más valentía que terquedad. Lo tradicional tiene fama de no ser muy osado... entonces este, que es el espiritual...es el menos tradicional y el más osado.

-Está el chamullero. Exacto, ese que hipnotiza sin péndulo. Abatido por el bramido mundano de sus cercanías; oculta yace la pureza de su encanto. No necesita artimañas ni péndulos, la virtud intrinseca, valor admirado y envidiado. El chamullo no como artilugio sino como joya. El chamullero...el más honesto.

-Está el comodón: Correcto, el que se inclina por la seda al algodón. Fácil es jugar al juez envuelto en seda y en vacaciones cambiar de fibra. El que se logró acomodar luego de estar errático no es comodón. El que decide trepar sin ascensor no es comodón. Este...no es ningún comodón.

-Está el errante: El que por alguna comezón, pretende ser ciudadano de Pangea. Ideales a veces mofados, a veces tomados a la ligera. ¿A qué le huye? Pero el que por búsquedas propias corrige su destino merece no más preguntas y tan solo un aplauso.

-Está el Tenaz: Aquel que desde momentos ajenos a su propia conciencia, le declaró la guerra a los imposibles. Toda estrella se sacrificá por cumplir con bienes mayores. Inentendible esto muchas veces para el entorno.... pero si quieres vencer a un imposible, búscalo... que él sabe como.

-Está el exitoso: Así es, ese que a pesar de su entrecejo arrugado y aparente inseguridad, conoce a la perfección la cualidad poseída. Habilidad utilizada sin residuo. Le dicen pesaroso y discomforme , pero sin discomformidad y sin pesar por la mediocridad, no se logra la victoria final. Y él lo sabe.

-Está el vagabundo: El que persigue lo que busca y el que lo seguirá haciendo. Parece que anda en búsqueda de un arcoiris, pero todo es estrategia. El tesoro se tiene claro y no es de luces ni de colores. Él sabe bien donde está y detrás de él anda. El vagabundo merodea sin rumbo, pero este va (zigzageante) a su tesoro.

-Está el cavernícola: Que de crio tuvo fama, de pelear con la cordura. Entre locuras y salivas nos causaba pesadillas. Los prejuicios nunca más claros, y nunca más equivocados. Estabilidad y equilibrio, parecen ser su nueva armonía. Él chiflado ... más estable y controlado que cualquiera.

-Está el capitalista: Claro pues, ese que siempre calculó y conjeturó. Ya sea las cuentas, las fichas o los pasos en su vida. Cuestión de gustos supongo. Él próximo ministsro de economía muchos suponemos. Pero el capitalista, resultó ser el más humanista. Generosidad primero y sus cálculos para después.

-Está el cómico: Ese que por regalo de sus padres cae bien a todos. Quien poseé sin pizca de hurto, el arte de dibujar sonrisas con quien ose cruzarle en la calle. Hay cosas que no se deciden, solo pasan. Él crea sociedades, sólidas y duraderas. Él no lo decide, solo pasa.