
En esta sociedad los lentes suelen empañarse y ensuciarse con frecuencia, y muchas veces no nos damos cuenta y los dejamos así, impidiéndonos ver bien, ver más allá, y finalmente nos perdemos de un montón de cosas y de muchas oportunidades, y eso nos limita bastante. Nuestros lentes de vida no solo se ensucian con el dañino “smog social” sino que muchas veces nuestro entorno también contribuye. La distancia, cuando estamos mucho tiempo muy cerca a ciertas situaciones o personas, hace que se empañen nuestros lentes y nos impiden ver con claridad. La rutina o el aburrimiento juegan su papel también en este asunto. Si bien es cierto que muchas veces tenemos que recurrir al oculista para que nos cambie la medida o simplemente nos limpie las lunas, está en nuestras manos esa posibilidad, y es nuestro deber tener bien limpios nuestros lentes para poder ver con más claridad las cosas y así disfrutar de la vida.
Hay gente que no se entera que sus lentes están sucios (como me paso a mi hace algunos años) o peor aun que saben que los tienen sucios y así y todo deciden no limpiarlos (necios). Pero para los que hemos decidido limpiarnos los lentes con cierta frecuencia, he aquí algunos trapitos limpia lunas que suelo usar y que para que decir que me han servido bastante: Tomar distancia constantemente, emocional y cuando sea necesario físicamente también. Hacer cosas diferentes, que nunca hayas hecho, aunque no sean las cosas que normalmente te gusta hacer, hasta que no pruebes no vas a saber si algo te gusta o no. Escuchar otras opiniones, aunque se contradigan con las tuyas, algo bueno puede salir de allí. Conocer gente diferente a ti, mientras más diferente mejor, de otras culturas, con otro lenguaje, que se vista distinto a ti, que piense diferente, que hable diferente, en ellos podemos encontrar mucho de nosotros. Como dice Joaquín Sabina, que no te den la razón los espejos. Meterte a talleres diversos. Hacer algún deporte. Leer. Tocar música. Escuchar música de todo tipo, incluso la que no te gusta, puede ser que te empiece a gustar, o en el peor de los casos, reafirmaste que no te gusta. Mirar buen cine, y muy pero muy de vez en cuando algo de Hollywood. Ver las conferencias de TED. Viajar. Salir de la ciudad de cuando en cuando, aunque sea una tarde, aunque sea a un par de horas. Pensar un poquito.
Cada quien limpia sus lentes como mejor sabe, y si quieren compartirlo, acá pueden hacerlo.