ROGELIO EL SEMENTAL

Como siempre, las conversaciones más divertidas las tengo con los filósofos de las pistas: Nuestros queridos taxistas.

Hace varios meses (en los inicios de este, su estupiblog) les narré la experiencia que tuve con Víctor. Espero que me haya perdonado.

Esta vez fué Rogelio, un tipo ya entrando al tercio final de su existencia, jubilado, por lo tanto taxista informal.

A continuación el resumen de la situación (entre paréntesis detalles y comentarios del autor):

Mi carcacha una vez más se puso engreida. No quizo y cuando no quiere -como toda fémina- no quiere.

Yo: - Maestro, acá nomás a 20 cuadras-. (De nuevo el inicio pendejerete del ¨acá nomás¨ .Ojo que no hubo pregunta)

Rogelio: -20 cuadritas, hmmmm (haciendo la finta). Ya pe, cinco solsitos nomás- (Los diminutivos en el Perú, toda una institución).

Yo: -¿Cinco?- (con gesto pensativo. Ni siquiera traté que paresca real la actuación). -Ya dale-. (En paralelo ya tenía cuatro combis y taxis insúltando a mi familia por la demora... masomenos de 15 segundos)

Abordo su StationWagon blanca, timón cambiado con toda la parafernalia del taxista peruano -perritos con cuellos desarticulados, zapatitos de bebe en el retrovisor (algunos ya enchapados en plata), gatitos de chifa, la prestobarba, el peinecillo de plástico y el último ejemplar del TROME o el BOCÓN. Todo esto sobre una especie de tapete peluchiento de un ocre rococó.

Rogelio (por su carnet de taxista) era un señor en sus tardíos sesentas, con la sonrisa pintada en el rostro, esas que parecen cicatrices talladas por una vida dura.

Yo: -¡Suave maestro que no quiero morir virgen!- (utilizando un trillado chistesito de programa cómico tras una avesada maniobra automovilística del conductor).

Rogelio:- Ja ja ja, tránquilo sobrino que yo soy mismo ¨Chumaser¨-. (La sonrisa se le transformó en preocupación al reparar de mi broma previa).- Muchachón y como es que no quieres morir virgen pe! No seas abusivo- (Volviendo a su sonrisa inicial, ahora bastante cachosa).

Yo: -Si pues maestro... no la veo, ya me estoy rindiendo casi- (Siguiéndole la corriente en resignación absoluta).

Rogelio:- No puesss sobriiiinoooo. Mirame a mi (sacando pecho). Tengo 68 añejos!!  ¿Y sabes qué?

Yo: -¿Que?

Rogelio:- MI JERMA TIENE 20!!!!- (el orgullo con que lo dijo era comparable al que sintió Neil Armstrong cuando puso su banderita en la luna).

Yo: - Jajaja. Que tal maestro! (inflándole la moral un poco más) Pero, ¿le cumple? Osea, a los 20 años se tiene bastante energía pes no?

Rogelio:- Uyuyuyyyy si supieras sobrino. Yo soy elécccctrico. ¡Le doy duro!

Los fines de semana desde las nueve de la mañana ya la estoy maltratando. Así toooodo el día. La dejó matada a la chiquilla. El otro día la dejé desmayada! ¡Te juro! ...Pobresita, es que soy eléccccctrico (Aquí lo que no me deja de sorprender es la capacidad de exageración que poseemos los peruanos y sobre todo el chauvinismo-machoman del que fanfarroneaba el semental ante este pobre e inocente y casto huevón)

Yo:- Asu mare maestro, usted si que es bravo. ¡Que abusivo también! ¿Como la va a dejar inconsciente a la chibola?... ¿Pero usa su ayudita o así nomás? (Me puse en plan Mythbuster).

Rogelio:- ¡Noooooooo pes compariiito! Así nomás. Sin pepas ni huevadas. Un varón es varón si no necesita ayuda. Así hasta un cabro se arma. Inclusive sobrino (ya me decia sobrino. Sentía que tenía que ayudarme) hasta al doctor he ido para contarle esto.

Yo:- Ya. ¿Yqué le dijo?-.

Rogelio:- (Con sonrisa parcial -dientes menos- de oreja a oreja) Que debe ser que porque de chiquillo fuí zanahoria, chambeaba mucho y no salía a fiestas con las amistades, entonces ahora me estoy desquitando pe...Y me dijo que ya quisiera él estar dándole a una costillita de veinte añitos. (En ese momento temí que el taxi alzara vuelo por lo expansivo que se pusó el torax de mi, ahora ya, amigo y Gurú)

Yo: - Si pues, usted es un tío pipiléptico. La envidia del barrio supongo (Me dí la libertad de adjetivarlo por nuestra machoconection generada en esta machotalk).

Rogelio:-Claaaaro peeee. Mira, ¿quieres verla?

En ese momento, emocionado y chocho, abrió la guantera, sacó un fajo de papeles multicolor y me alcanzo uno. Era un miniafiche para un evento en la carretera central (Km. 32 ) con múltiples fotos de cantantes vernaculares en deliciosas polleras posando en arboles y jardines a medio sembrar. Me señaló a una jovenzuela con un arpa y una pollera con brillos y detalles coloridos. La nueva revelación del folklore decia el encabezado.¡ La nueva Dina Paucar! (usu mare)

Yo:- Ah mira!! todavía es famosa!!! Maestro: Usted es un ganador de aquellos.

El:- Esa misma es (Estoy casi seguro que una lágrima llena de alegría recorrió una de sus arrugadas y maltratadas mejillas).

El:- El problema es que me sale carisimo estar con un lomazo como esta chiquilla. Siempre con el pollito a la brasa (del Rockys), su gaseosita o sus cervesitas, y los fines de semana en los telúricos....cuesta pe sobrino. Me gastó 400 dolares cada fin de semana. (Obviamente el mismo dió cuenta de como se fué de nariz con la exageración. Hubiera dicho 200 soles y le creía. Aunque ni así ...pero no huberia quedado como un charlatán de segundo nivel).

Yo:- Maestro, creo que tengo que aprender mucho de usted, le sonará a floro, pero espero algún día llegar a tener ese mismo espíritu guerrero a su edad. (Siguiéndole el juego ya por diversión. Yo andaba de carcajada tras carcajada por la tan criolla chispa y por la narrativa tan auténtica de este personaje estrafalario como él solo, aún sabiendo que probablemente el 90%  de lo narrado había sido producto de su imaginación)

Ya en el último tramo, el buen Rogelio se puso suspicaz. Se dió cuenta que yo no me estaba tragando la historia y que solo le seguí el jueguito, por lo que cuando estuve ya bajando (agradeciendole por los consejos y soltando uno que otro falso piropo), me aguantó y me dijo: -peraperapera flaquito-. De un compartimiento ultrasecreto de su bólido sacó un sobre y me alcanzo lo que parecia ser una foto.

Me dijo: -Esto es para tí sobrino, para que veas que no miento-.

Nos despedimos, le dí su moneda de dos colores, bajé del taxi y vi la foto:

Era el gran Rogelio, con su cuerpo marchito y desnudo, encima de la que efectivamente parecía ser una chica con evidente gesto de placer, bastante mas jovén y firme que él (no puedo afirmar que sea la misma que vi en el brochure vernacular) pero lo que más me sorprendió fué que evidentemente estas fotos (eran varias, me regaló la más softcore supongo) fueron tomadas por un tercero!

Rogelio, si me lees : Lo admito, no te creí nada cuando me lo contaste, pero al ver la foto debo decir que te has convertido en un ícono de la masculinidad y obligadamente te mereces el apelativo de ROGELIO EL SEMENTAL.

Como me vacilo con los taxistas...

¿Tú tienes alguna historia con algun taxista?

Nota: Publicar la foto hubiera sido un perjuicio para mi nuevo ídolo, por lo que tendrán que imaginársela ( si es que se atreven).