Iluso él, perdió la fuente de su poder sobrehumano, la peluca. Dalila un día la cambió por un cartón de cigarros, y así llego a nuestras manos, previa coima de ley. Yo (aka El Tunche) y mi hermano gemelo de distinta madre y padre (aka El Minotauro), contamos con la pelucadesansón, la cual nos adjudica el poder y derecho divino de criticar, joder y pastrulear a quemarropa. Tú! ven y hazte acreedor de alguna mecha de la peluca, poder infinito de opinar y divagar libremente. NO LO LEASSSSS

27.9.12

Psicópata celestial


Mucho se habla de cómo la moral en los tiempos actuales es decadente; no existen valores sólidos dicen, y no son pocos los que reclaman una mayor injerencia de los valores religiosos, extraídos directamente del dios judeo-cristiano, para ser  inculcados a los niños. Estimular a los niños y jóvenes  la lectura de la biblia sería sin duda, dicen ellos, un método infalible para afianzar los valores y moralidad a las futuras generaciones. Opino exactamente lo opuesto. Tan solo daré una nimia muestra más adelante de esa ‘moral divina’ que no pocos reclaman para ser adoptada por todo padre con sus hijos.

Ayer culmino la festividad más importante en la religión judía,  en la cual uno debe arrepentirse por sus malas acciones del año,  pedir perdón al prójimo y especialmente a dios. Aquí les recordaré una linda historia bíblica donde se muestra la fibra moral de este  magnánimo y omnisciente ser,  al cual se debió pedir perdón y misericordia en esta festividad que pasó; y es la historia de Lot.

Cuando dios, tan vengativo él, decidió destruir y exterminar a todo ser vivo de las ciudades de Sodoma y Gomorra (otro genocidio famoso del mismo autor está en la historia de Noé), decidió salvar  tan sólo a un hombre y a su familia, ya que este era el único hombre bueno y justo a su juicio. Este afortunado era Lot.
Con la intención de avisarle sus intenciones y ordenarle que deje la ciudad antes que empiece la carnicería, envió a dos ángeles a su casa. Tan bueno él, los acogió con hospitalidad en su hogar, pero una turba de hombres de la ciudad se abalanzó a casa de Lot exigiendo se les entregara a esos dos forasteros para sodomizarlos (¡así como lo oyen!). El justo Lot, comprendiendo que el ‘todopoderoso’ estaba detrás de estos ángeles, se negó a entregarlos al abuso, pero bajo los siguientes términos  (sic): Y dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad. He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré afuera, y haced de ellas como bien os pareciere: solamente á estos varones no hagáis nada, pues que vinieron á la sombra de mi tejado.’
Es decir, Lot, el único hombre bueno según dios, entregó a sus dos hijas vírgenes, para ser sometidas a un mega gang-rape  (después nos preguntamos intrigados, de donde viene todo ese desprecio y trato abusivo contra las mujeres en nuestras culturas).

Pero bueno, felizmente no todo podía ser malo, ya que los ángeles milagrosamente, dejaron ciegos a todos los hombres, salvando así también,  a las hijas de Lot (repito: el único hombre bueno según dios) que él quiso regalar a la turba, como pedazos de carne sin valor.

sangreeeeeeee
Durante la huida de Lot y su familia, otra mujer fue víctima de la misoginia de dios: su mujer fue convertida en una estatua de sal, por la terrible ofensa de voltear a echar un vistazo al oír los gritos de la carnicería en curso (no olvidar que dios estaba exterminando con gran placer a todo hombre, mujer, niño y animal…. todos malos!).
Por un tiempo,  Lot,  vivió con sus dos hijas en una cueva en las montañas. Aparentemente,  las señoritas se sintieron solitarias, por lo que se coludieron para embriagar a su padre y saciar sus deseos carnales. La primera noche la hija mayor se hizo la primera mitad del Kama-Sutra con su papito y la siguiente noche,  la más novel,  la otra mitad. El ‘buen’ Lot, a mi entender, se hizo el borracho,  ya que todo pareció ‘funcionar’ bien, dado que termino por embarazar a sus dos hijas. THE END.

Bueno, amigo lector. En este breve relato bíblico tenemos genocidio, violaciones en masa, incesto, venganza, misoginia extrema, exterminios y crueldad; y todo esto en solamente una página de ese libro sagrado adorado por millones.  Si la moral mostrada por dios en este breve capitulo es la que crees, tu hijo y los hijos de todos necesitan…. Adelante! Lo visitaré en Lurigancho.

Lo irónico es que esos mismo que se quejan de los videojuegos violentos, la TV basura y la pornografía, son  los que quieren que los niños lean este libro de terror.

23.9.12

Anatomía básica



Como irrebatible gesto solidario al gremio médico en su (válida) batalla por conseguir la posibilidad de costear las demandas de mala praxis - la nueva tendencia re fashion que se viene con fuerza -, hablaré de anatomía, pero anatomía política:
Nadine - el cerebro: Sería una total necedad discutirlo.
Ollanta -  el rostro: Cada día mas mimetizado con el de un muñeco de ventrílocuo (está claro que este mimetismo no se limita exclusivamente a lo físico).
Alan – el coxis: Un remanente vestigial de la cola. Dicho mejor; un recuerdo de cuando fuimos rastreros.
Toledo - el hígado: Aquí una dualidad generada por la bilis espesa que aún no depura producto de su chasco electoral, y bueno, su afición irrefrenable por cierto espirituoso brebaje.
Keiko – el colon sigmoides: Los deshechos de la digestión se acumulan en este tramo final del intestino para finalmente ser liberados; la analogía es poderosa: solo quiere liberar a su Papá..
Susana - el bazo: El noventa porciento de la población no sabe para que sirve.
Don Isaac – el apéndice: Su presencia sólo complica la vida; en el momento menos esperado se inflama, se atolondra y reclama atención. Se cura con su extirpación.

La ciencia, la fría ciencia siempre disponible para ayudar a entender ciertos fenómenos (de circo) aparentemente impenetrables por la simple razón.

15.9.12

Vivisección


No basta respirar para decir que vives.
Tampoco lo garantiza un corazón latiendo.
Vivir la vida es más que un estado de actividad fisiológica automatizada e involuntaria.
Porque no es lo mismo 'estar vivo' que 'vivir'.
'Estar vivo' no se aprende, nadie te lo ensena. Es tan solo un hecho impuesto por la naturaleza, sin posibilidad a rechazarlo con antelación. Algunos negadores, nihilistas les llaman, valientemente se niegan a continuar con una situación que no eligieron. La autoeliminación como proclama metafísica; el acto de rebeldía definitivo.
'Vivir' es una condición distinta. Requiere voluntad y pasión. Supone un enamoramiento sin fin, con las idas y vueltas propias de cualquier relación, en este caso, con el mundo. 

Aun no tengo claro cuál de las dos situaciones es mas difícil, especialmente en esos momentos cuando la vida duele.

9.9.12

Etiqueta OTIS


Sentido común, y si, también un poco de respeto. Es todo lo que pido. Etiqueta de ascensor:
- Cuando quieras ir para arriba, aprieta la flechita que apunta a donde quieras ir. ¡No las dos!
- Cuando quieras entrar, relájate, respira, y antes de atolondrarte y empujar a quien se te cruce, deja que la gente salga y luego, civilizadamente, entras; no al revés.
- Una vez adentro se debe aplicar el famoso `al fondo hay sitio`; entra y camina al fondo del cubo para no obstruir el paso de la gente detrás de tí que quiera entrar.
- No te desesperes por apretar el botoncito de tu piso, ni te pongas como loquito empujando a todos para hacerlo; puedes, tranquilamente, pedir por favor que alguien cerca a los botoncitos marque el piso de tu destino.
- No nos interesa escuchar tus planes para la noche con tu flaca, o saber lo que almorzaste. Y menos aun si lo dices gritándole a tu teléfono. Te esperas un ratito nomas y cuando salgas podrás seguir hablando sandeces por tu aparato.
- Si estornudas o toses en el ascensor lleno de gente, te tapas la bocaza pues. Tu status de arma biológica no es muy apreciado en esa situación.
- Tu intolerancia a la lactosa tampoco es apreciada. Se gente,  y ajusta el esfínter lo que demore el paseo.
- No me mires fijamente, analizándome como a un insecto. Más aún si estás a treinta centímetros mío y te has dado cuenta que noté tu curiosidad (peor aún; te miro fijamente con cara de `que carajos miras` y sigues igual).
- Cuando quiero salir y te pido permiso por favor, ¡te mueves pues chochera!
- Cuando quieras salir y estoy delante de ti ¡pide permiso y no empujes!
- No te pongas cariñoso con tu flaquita si estoy en el mismo espacio. Tu lengua y respiración agitada no me interesan.

Vivo en un piso 16, y en mi trabajo subo y bajo innumerables veces. No existe lugar donde pierda la paciencia con tanta regularidad y facilidad que no sea el Ascensor (contando el tránsito alucinante de la ciudad). Estas son solo algunos tips del Carreño Otis, y cada día me convenzo más que en el colegio deberían implantar un curso de Educación cívica de ascensores.