Iluso él, perdió la fuente de su poder sobrehumano, la peluca. Dalila un día la cambió por un cartón de cigarros, y así llego a nuestras manos, previa coima de ley. Yo (aka El Tunche) y mi hermano gemelo de distinta madre y padre (aka El Minotauro), contamos con la pelucadesansón, la cual nos adjudica el poder y derecho divino de criticar, joder y pastrulear a quemarropa. Tú! ven y hazte acreedor de alguna mecha de la peluca, poder infinito de opinar y divagar libremente. NO LO LEASSSSS

4.12.12

Seso mágico

Si quisieras entender lo que se siente, siempre podrías tratar. Tómalo como un ejercicio mental o si prefieres, como un juego inmóvil.

Tu vida es el centro del universo. Imposible discutirlo, y hasta cierto punto, esa idea es necesaria para sobrevivir en este mundo. Tu conciencia, tu mente, tu alma, o como prefieras llamar a eso que te hace ser tu', al fin y al cabo no es más que una intrincada comunicación entre tu cerebro y el mundo fuera de él. Pero lo interesante es esto: todo lo que experimentas como realidad, y que con el tiempo va influyendo en ti, es una ilusión. Sé que esto puede sonar como retorica mística, de esa que tanto escapo, pero no lo es; son hechos racionales y que tienen explicación:
La experiencia  del  “self” con el exterior no es directa. Los sentidos humanos (los cinco sentidos conocidos,  sumados a los menos populares como son la termocepción, nocicepción, propiocepción y equilibriocepción) funcionan como ventanas para conectar el mundo externo y nuestro “self”. No existe otro modo de conectarnos con la llamada realidad exterior. Pero lo interesante es que estas ventanas no ejercen una comunicación directa con nuestro cerebro, y por lo tanto con nuestra mente. Todas estas ventanas (la única excepción es el olfato que conecta con el cerebro sin intermediarios) ,  antes de llegar a nuestros cerebros, por decirlo de algún modo, deben atravesar pasadizos con múltiples desembocaduras de otros pasadizos, donde  estos  estímulos e información recogida por nuestros sentidos, se termina codificando para su posterior lectura en el cerebro, mezclándose  entre ellos  y  finalmente alterándose unos a otros para finalmente ser recogidos por nuestra mente; hay muchos intermediarios entre el mundo exterior y la construcción final de lo que ‘vemos’  como realidad.
Por lo tanto,  esa realidad que uno finalmente experimenta y nos hace ser quienes somos, es toda, literalmente,  una ilusión  construida por nuestra mente,  utilizando información externa interpretada, como ladrillos. La realidad que percibimos es totalmente una construcción mental.

Si entendieron la idea, será inevitable asustarse un poquito, pero sobre todo, asombrarse que nada es “obvio”  en el mundo. Y a mí, sin duda, me refuerza la idea de que todo debe ser cuestionado usando la razón.