Basmati

El olfato es mi sentido favorito. Gracias a el puedo hacer muchas cosas sin necesidad de utilizar otros sentidos. Me puedo dar cuenta de la presencia de una persona, del estado de los alimentos o de una preparación.

En la cocina, el olfato es básico. En realidad gracias a el puedes saborear realmente los sabores. Para degustar siempre antes de meterme el bocado a la boca, lo huelo, y así detecto las bondades o defectos de lo que estoy por comer. Me puedo dar cuenta si es que algo se esta quemando, el problema es que ya es demasiado tarde. Además los olores me ponen de buen humor y me dan alegría. No hay nada mas sublime que el olor del caramelo hirviendo, o el de un baguette a punto de salir de horno. Quien ha tenido la suerte de oler kilos y kilos de trufas negras y blancas puede realmente saber de lo que estoy hablando.

Los que venden enrollados de canela le deberían estar eternamente agradecidos a ese olorcito que te hace llegar con los ojos cerrados hasta su puesto de venta.

Sin embargo en la cocina también pueden haber olores no tan simpáticos. Por ejemplo nadie querrá oler una liebre (aun con su pelaje) desangrándose. Créanme que huele a zoológico.

En la Inda existe una variedad de arroz que estoy seguro muchos la deben haber escuchado: Basmati. Se dice que es una palabra que viene del sánscrito que significa Princesa de las Fragancias. Cuenta la tradición que a las mujeres, antes de casarse, la mama del novio las pone a preparar este arroz, y solo si el resultado es positivo, le da la venia para esposarse con su hijo.

Y claro, muchos recuerdos regresan a mi gracias al olfato.

Los olores son como viñetas, que esconden una serie de eventos y emociones mucho mas grandes y complejos que el olor en si.

Para mi los olores emblemáticos que me llevan al pasado a rememorar todo tipo de momentos (buenos y malos) son: el olor a frío, el del jardín húmedo evaporándose por el sol, Cool Water (de hombre y de mujer), parrilla, un shampoo horrible que me obligaban a usar de niño, sangre en el ambiente, playa, liquid paper, cebolla frita, madre selva y el olor de la noche. Estoy seguro que deben de haber muchos más, será cuestión que vuelva a oler uno de ellos y así podré darme cuenta.

Finalmente está todo el tema este de las feromonas, que seguro el Tunche, o alguno de nuestros pelucas científicos podrá ahondar con mas detalle, pero sea como sea, yo creo en las feromonas.

Para mi, la figura que una sustancia (no me queda claro si es olora o inodora) te pueda conectar con otra persona me parece fascinante.

El olor en una mujer es básico para el éxito de la relación. Si no te gustó el olor, mejor pasa a la siguiente y sigue buscando. Me atrevería a decir incluso que uno ya sabe más o menos cuales son los olores que busca en una mujer. Y cuando lo encuentras: BINGO!