Iluso él, perdió la fuente de su poder sobrehumano, la peluca. Dalila un día la cambió por un cartón de cigarros, y así llego a nuestras manos, previa coima de ley. Yo (aka El Tunche) y mi hermano gemelo de distinta madre y padre (aka El Minotauro), contamos con la pelucadesansón, la cual nos adjudica el poder y derecho divino de criticar, joder y pastrulear a quemarropa. Tú! ven y hazte acreedor de alguna mecha de la peluca, poder infinito de opinar y divagar libremente. NO LO LEASSSSS

2.2.09

El niño que lloraba sin lágrimas

Nacido de padre escritor y madre enfermera, el niño desde el despertar de su vida mostró una característica bastante peculiar, lloraba sin lágrimas.

Sus padres demoraron un tiempo nada despreciable en notarlo, pero quien podía culparlos, el acto reflejo de llorar normalmente viene acompañado de ese efluvio involuntario y es de esas situaciones en que uno da por sentada la asociación.
Inicialmente la madre se preocupo, como toda buena madre, sin chistar acudió a múltiples especialistas en lacrimología y ojología. Le diagnosticaron hasta tres condiciones distintas, las tres con tratamientos distintos. Colirios, gotas, pastillas y hasta un par de inyecciones le cayeron al niño como Molotovs, todo esto en el transcurso de unos pocos meses.

El ¨problema¨ persistió. La madre siguió preocupada por un tiempo mas, pero con el paso de los años noto como el niño crecía saludable, no se enfermaba, le iba bien en los estudios y hasta tenia esporádicas noviecillas.
La condición del niño empezó a pasar desapercibida como la parejita en el fondo del cine, inclusive la cariñosa y hasta cierto punto sobreprotectora madre se relajo hasta el punto de olvidar la peculiaridad de su vástago.
El niño lloraba como cualquier niño.

Cuando lo golpeaba el abusivo de la clase lloraba pero al seco, cuando su padre lo castigaba por portarse mal (como niño) lloraba ahorrando fluidos, cuando su novia lo dejo por otro lloró. Lloró como nunca había llorado, y hasta pensó que indefectiblemente algo de humedad iba a tener ese llanto, pero nada, seco como galleta de soda.

Cuando el niño cumplió 16 años apareció un patrón algo inusual en su conducta. Años después bautizo esta etapa en su vida como la Etapa del desprendimiento.
La explico a continuación:
Le creció una necesidad de deprenderse de todo bien material y todo acto mental fútil. No confundir con la famosa e hipócrita austeridad cristiana o la búsqueda espiritual del nirvana budista, por allí no iba el asunto, era una necesidad nada racional, nada meditada inclusive podría decirse que el el inconsciente era el protagonista de la obra.
Él, sin entenderlo en ese momento, decidió limitar su vestuario a un jean, 2 camisas manga corta, 3 juegos de ropa interior y unas zapatillas azules bastante trajinadas. También limito sus conversaciones, tanto con el mundo como con el mismo, a lo mínimo indispensable, lo que obviamente ocasiono un deterioro en su vida social. Pero no le molestaba, no lo notaba, el seguía su instinto como una señal de humo, sin confundir rumbo y con la mirada fija.

Su madre, volvió a angustiarse, que le pasaba a su hijo, al niño??

Adulto ya, el niño vivía solo, en una habitación pequeña con una cama, un velador y un baño minúsculo. Se dedicaba a pintar, apoyando sus lienzos sobre el water y sus pinceles apretados depositados en un vasito que contenía su calvo cepillo de dientes.

Le alcanzaba para vivir y sobrevivir. Claramente no le importaba eso tampoco, ¿Que iba a comprar? No necesitaba nada más.
En cuanto a su desprendimiento mental, él lo describía como la barrera mas alta, mas poderosa en contra de la contaminación ajena. Es decir, evitaba ensuciar su mente con la inmundicia externa. Eso lo interpretó tiempo después, nada de lo que hacia tenia un motivo aparente en ese momento.
Pasaron muchos años, muchos días solitarios, ni felices ni tristes, grises mezclados, como la mayoría de sus pinturas. Todas de tonos tanáticos, colores apagados, sin lágrimas.

Un 3 de Abril conoció, cortesía del azar, a una niña, adulta ya.
Le gusto la expresión de tristeza que cargaba ella en el rostro, el sutil declive de la comisura de sus labios pintando dolor en el alma.
A ella le gusto el gris de su mirada, lo expresivo de su inexpresión. Hubo un nexo instantáneo.
Llegó el enamoramiento y decidieron convivir.
Su vida juntos era una película en blanco y negro de Aki Kaurismäki , aunque en realidad eso de blanco y negro no es cierto, son grises, tonos de gris, como la vida del niño y la niña.
A él no le importaba eso, no era feliz pero tampoco infeliz, no tenia ni siquiera necesidad de llorar ni tampoco de sonreír. Por el contrario, la niña, sumida en una profunda depresión, el vacio interior la consumía, le chupaba el alma, ella lloraba con muchas lágrimas, su cara se hinchaba, el declive de su comisura labial se marcaba aún más.

Llegó el momento en que todo reventó, la niña no soportó más la situación, la vida le pesaba demasiado, decidió dormir con ayuda de muchos Barbitúricos y una catarata de vodka. Murió.

El niño apareció, la vio, se arrodilló, la sacudió, no tenía expresión como siempre. Le habló, la abrazó, se levantó, sacó un lienzo en blanco cerro los ojos y empezó a disparar con el pincel sobre el blanco cargando las balas de su paleta.
Estuvo así, ojos cerrados, disparando a quemarropa al inocente lienzo. Una vez cansado, abrió los ojos y sintió una sensación nunca antes vivida, algo rodaba por la pendiente de sus mejillas, eran lágrimas...

Lloró, lloró y lloró hasta que no le quedo agua en el cuerpo, se formo un charco debajo de sus pies, la niña casi flotaba como un barco a la deriva sobre un mar de lágrimas.


La muerte de la niña le enseño a vivir

20 comentarios:

Anónimo dijo...

Desgarradora tu historia tunchito. De donde sacas esas cosas tu??
Me encanto, pero me dejo con algo de angustia...
Muy buen post tunche, as usual.

Anónimo dijo...

el dia que nietzche lloro

GaBo* dijo...

Ala.. Fácil el chibolo mojó todo de todas las maneras posibles.. Lloró, sudó, meó, babeó.. Y la chibola muerta... Tenía que ser así, el comentario de Gabo :F!

Ah, mi cumple es en Diciembre, si quieren puedo ser la peluca navideña! SI QUIEREN!

Anónimo dijo...

Una historia muy emotiva Tunchecito, en la que definitivamente se nota tu sello, con unas frases geniales. Mientras leía y a propósito de las NO lágrimas, pues, me has arrancado algunas.

Como siempre, un encanto leerte.

Abrazos a toda la peluca.

p.d.: la peluca está modernísima, aunque falta acostumbrarnos un pelín.

Anónimo dijo...

han vuelto minimal el look de la peluca!... aun no tengo una firme opinión respecto al cambio...

me conmovio la historia, muy tunche

saludos a todos compañeros!!!

Anónimo dijo...

Esta increible el nuevo look, recontra elegante, me gusta!! felicitaciones a Colombia jajaja

Y del post, que puedo decir, fuerte tunche, me encanto, te felicito, ese final duro y crudo.
felicitaciones

Moss dijo...

En general, me gustan más las historias de colores, que las de grises... pero la tuya me ha cautivado. Ciertamente las lágrimas le dan sentido a la vida, sin ellas las sonrisas no tendrían tanto valor.

Yo tmb extrañé la peluca, aunq fueron solo unos días d ausencia. Ahora regreso y ya está toda reformada, me costará unos días acostumbrarme...

Mi cumple es en noviembre, aprovecho el comercial, ya q si no me doy prisa, al rato ya van a estar tomados todos los meses! jejeje!

Bss

Anónimo dijo...

Maestro!. Gran obra, un verdadero placer leerla. Ta buenasa.
Que mundo en la cabeza de esos niños...!
abrazos.

Anónimo dijo...

Tunchesito lindo que hermoso tu cuento, tan hermoso como triste. Todo tu estilo .
Y tambien me gusta mucho lo que hizo la colombiana con el blog, se ve re elegante, muy bien.

besos para todos y para la colombiana que maquillo muy bien a la peluca.

El Tunche dijo...

Gracias por las bonitas palabras, todas, pero especialmente en este momento, las de aguaviva a quien quiero como a un hermano (es mi hermano).

Otro saludo especial para Colombia, por haber parido a la generosa persona que enchulo la peluca.

Anónimo dijo...

wow recontra wow
Que paja el cuento tunche, te luciste. El final sin duda es lo mejor...
La muerte de la niña le enseño a vivir de pm !!!
felicidades

El Minotauro dijo...

Normalmente esperamos chocarnos contra una pared, o que esta se choque contra nosotros, para darnos cuenta de muchas cosas y recién allí reaccionamos. De donde se pueden sacar las fuerzas para poder ver el muro aunque sea unos metros antes y así poder decidir que hacer: Saltarlo, esquivarlo, romperlo, o hasta chocarlo. Donde esta el punto de encuentro entre las lecciones de la vida y las acciones y decisiones de las personas?
Muy bueno Tunche, aunque triste, todo un caramelito.

Anónimo dijo...

Yo entendí que el protagonista era víctima de anhedonia, que es la incapacidad de experimentar sensaciones placenteras, de interés etc. Por eso su paso por la vida hasta que, hasta que ocurre lo que ya sabemos. Cuando te refieres Mino a las lecciones de la vida, y en este punto estoy recordando lo que dijo una vez el Tunche parafraseando a Nicomedes Santa Cruz: "a cocachos aprendí".... es porque nuestro aprendizaje es mediante el ensayo-error, todo lo tendremos que experimentar para obtener conclusiones. De nada vale que aconseje a mis hijos, por ejemplo, que no hagan tal y tal cosa, cuando sé que hasta que no experimenten lo van a aprender, tendrán una leve referencia que será a partir de MI propia experiencia, pero que no es la suya. Estando además en todo su derecho de equivocarse, pero eso sí, de aprender a no tropezar con la misma piedra. Ahí estaremos frente a una lección de la vida.

Un abrazo

El Tunche dijo...

Mino, te creo... tu si ah.

Triana: Suerte tienen tus hijos de tener una madre tan menteabierta, "achori" y sabia.
Te necesitamos como presidenta del pais, yo puedo ser tu jefe de campaña... TRIANA 2011!!!

Anónimo dijo...

La peluca al poder!!!... :)

Gracias Tunchecito. Lo que me causó especialmente mucha gracia fue lo de "achori", je!

Abrazo

Anónimo dijo...

Sandra la uruguaya piensa que este blog es impresionante, divertidisimo, muy inteligente y re lindo.
Sandra la uruguaya piensa que el Tunche es un casi-dios y el minotauro un emperador. heheh

sandra la uruguaya

Anónimo dijo...

Que bonito cuento Tunche.
Como a veces no nos damos cuenta que vivimos como si estuvieramos muertos y que a veces son los golpes mas feos los que nos devuelven la vida y el alma.

De nuevo, muy linda tu historia Tunche

Anónimo dijo...

¨A ella le gusto el gris de su mirada, lo expresivo de su inexpresión¨

Del Tunche para el mundo!
muy bueee

Luciano dijo...

Pero... acaso no le salian lagrimas a voluntad? Y otra cosa... el pobre niño si lloraba, solo q sin lágrimas. O sea, si sentia dolor, si sufría, pero su organismo no reaccionaba.

Me gustó el final, pero sigo sin entender la secuencia logica. Y coincido con Sebastián, la mejor frase es "A ella le gusto el gris de su mirada, lo expresivo de su inexpresión." Maestro Tunche.

Beatriz dijo...

Uy! esto es de lo mejor que te leí. Que hermoso. No words...

El niño que lloraba sin lágrimas
Lindo