Iluso él, perdió la fuente de su poder sobrehumano, la peluca. Dalila un día la cambió por un cartón de cigarros, y así llego a nuestras manos, previa coima de ley. Yo (aka El Tunche) y mi hermano gemelo de distinta madre y padre (aka El Minotauro), contamos con la pelucadesansón, la cual nos adjudica el poder y derecho divino de criticar, joder y pastrulear a quemarropa. Tú! ven y hazte acreedor de alguna mecha de la peluca, poder infinito de opinar y divagar libremente. NO LO LEASSSSS

4.3.09

Cayó en Cayara

Esta historia comienza en Frankfurt, cuando el doctor Jürgen Brasslauther toma un avión de la aerolínea Lufthansa con destino a Lima. En el aeropuerto Jorge Chávez lo esperaba una camioneta rural que lo llevaría a Cayara, provincia de Víctor Fajardo en el departamento de Ayacucho.

Durante el largo camino el Dr. se la pasó revisando algunos papeles, llenando ciertos formularios y leyendo un libro de mitología griega que le había regalado una enfermera en una de sus visitas a La Habana.
Casi llegando a Ayacucho, Jague (como solían llamarlo) logró pegar los ojos y descansar un poco del largo viaje. Todavía quedaban algunas horas de trocha antes de llegar y cada minuto de sueño iba a ser muy valioso.

Jague era consciente que llegaba a una zona convulsionada por el terrorismo de Sendero Luminoso. Sin embargo su vocación y su experiencia en otras zonas de conflicto lo motivaban aun más para desempeñar su trabajo.

En la Posta Médica de Cayara lo esperaban un doctor local y una enfermera, que además también hacia las labores administrativas. Para bajar el equipaje se acercaron dos jóvenes del pueblo, ya que Jague traía consigo un cargamento surtido de fármacos y equipos de diagnostico para apoyar además a los pueblos contiguos de Erusco y Moyopampa.

Uno de los jóvenes mencionó algo sobre la emboscada sufrida por una patrulla del ejército, en la que murieron un capitán, un sargento y dos cabos. Jague no le prestó mucha importancia al tema, para él era de esperar que cosas como esta sucedan, sin embargo no pudo evitar sentir un leve cosquilleo en la boca del estomago.

Luego de instalarse en una pequeña habitación y de instalar los equipos que había traído, recibió un llamado de la enfermera. Ya estaba listo el almuerzo. Un chupe de papa y quinua bien caliente, un pedazo de pan serrano y una infusión de muña y coca. Más de 3200 metros de altitud en una alemán, aunque mida un metro noventa, no es broma. Era necesaria una siesta después de comer. La tarde estuvo tranquila.

La noche cayó y la luna nueva hacía que la obscuridad se apodere del paisaje. Pasada la medianoche se sintieron entrar varios camiones a la plaza principal. La marcha de por lo menos dos cientos soldados se confundían con el sonido de la lluvia que había comenzado a caer. Se escuchaban algunas ráfagas de metralla que hacían eco con la humedad del ambiente. Jague estaba levantado y la visión que tenía desde la posta era limitada. Solo era capaz de oír cierto barullo sin poder identificar exactamente de qué se trataba. Estaba claro que no se trataba de la celebración de una fiesta patronal. Los cosquilleos en el estomago se hicieron presentes nuevamente, esta vez ya no pasaron desapercibidos. El miedo y la incertidumbre se habían apoderado del doctor bávaro. Sabía que por su condición, y encontrándose guarecido en la posta su vida no corría tanto peligro. Lo que sí, estaba seguro que pronto iría a tener un aluvión de pacientes, probablemente con heridas graves producto de la masacre que estaba ocurriendo afuera en la plaza.

Transcurridas algunas horas llegaron los primeros cuerpos, ¿Campesinos o Senderistas?. Los ubicaron en las dos mesas quirúrgicas con que contaban y a simple vista parecían mas bien campesinos indefensos. Cráneos partidos, miembros mutilados, perforaciones de bala, mucha sangre. Contradictoriamente para el Dr. Jürgen Brasslauther estas personas no representaban trabajo alguno. No había nada que curar. La Posta Médica de Cayara se había convertido oficialmente en una morgue. Más cuerpos iban llegando y eran ordenados a un costado bajo un techito de paja. El panorama era bastante grave, casi una veintena de cadáveres. No era momento de hacerse preguntas, simplemente cumplir con la tarea de organizar a los muertos para que una vez calmadas las aguas se les pueda dar la sepultura que corresponda.

Cuando Jague pensaba que había pasado el temblor, escucha el grito desconsolado de la enfermera. DOCTOOOORRRR!!!!! Uno de los muertos estaba vivo. Costó reconocer de donde provenían unos quejidos incipientes. El Doc se acercó al cuerpo de Casimiro Tipacti. Su pulso era casi imperceptible. Había perdido mucha sangre. Tenía un tajo de machete en el hombro. La pelvis fracturada. Un pulmón perforado. Las opciones de vida del pobre Casimiro eran escasas inclusive en la mejor clínica de lima.

No quedaban muchas opciones. Dejarlo morir con un sufrimiento horroroso que podría durar quien sabe cuánto o actuar. Ante la desesperación y el desconcierto, decidió darle una muerte digna. Quizás lo mas fácil hubiera sido terminar tanto dolor de un machetazo, pero el doctor prefirió los utilizar los métodos kevorkianos. Él mismo fue corriendo a su gabinete. Sacó una hipodérmica, un barbitúrico, bromuro de pancuronio y cloruro de potasio. Se acercó nuevamente al cuerpo de don Casimiro, y le aplicó directamente a la aorta cada uno de los tres químicos mencionados en ese mismo orden.

Fue probablemente la muerta más digna de todos los pobladores caídos en Cayara.

Esa mañana, luego de hacer un poco de orden y de que los militares tomen el control de la población, Jague se regresó a Lima. Pasó dos días en la capital mientras hacia los arreglos para retornar a su país.

Se supo que Jague murió 5 años después por un suicidio asistido, luego de una lucha feroz contra una enfermedad terminal.


“Este es un relato libre de un hecho real. Me parece oportuno en épocas donde la dirigencia política prefiere olvidar, tal vez para que no se recuerde su responsabilidad en esta y en otras tantas matanzas injustas que ocurrieron en nuestro país en los años en que el terrorismo se inmiscuyó en nuestras vidas.
Coincidentemente es la patria de Jague quien ahora se ofrece a hacernos recordar a todos los peruanos de lo importante que es nunca olvidar las desgracias del pasado, para que estas nunca más se vuelvan a repetir. Espero que el Perú, dejando de lado la politiquería, pueda contar con el Museo de la Memoria, mucha falta que nos hace”

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena reflexión al final del relato, Mino. Y has venido a refrescarnos la memoria del Caso Cayara, con la desaparición de cuerpos y evidencias para que quedara todo impune. Por eso es que es necesario se concrete el Museo de la Memoria, para tener presente que estos hechos no deben repetirse, y además, porque nadie puede arrogarse qué es lo que deben conocer las generaciones venideras, con todo el horror y abuso vivido en esas épocas. Museos de la Memoria, monumentos a la paz etc. existen en todo el mundo en recuerdo a sucesos muy conmovedores. Entre ellos, estará el erigido en memoria de Sadako, la niña sobreviviente de Hiroshima, con una simbólica grulla. En el cenotafio de Hiroshima se podrá leer: "Descansen en paz, pues el error jamás se repetirá". Ojalá nunca volvamos a vivir el horror del terrorismo, pero ojalá también, ningún inocente, sea víctima de los que se pregonan moralizadores, porque en definitiva, no habrá quien los moralice a ellos.

Saludos, pelucas.

El Tunche dijo...

Muy de acuerdo Mino.
Esta historia es solo la punta del iceberg de todo lo que ocurrió en esa época.
El tema es que aquí la gente vive pensando que seguimos en la decada de lso 40s donde todos estaban etiquetados polticamente como fachos o rojos. Lo cual en estas épocas es más que ridiculo. Ni eres rojo por apoyar un museo de la memoria(y menos terrorista!) ni eres un fachista asesino por no apoyarlo. Se debe ver el fondo y no la pose.
saludos.


--- esta claro que apoyo el museo...

Anónimo dijo...

Que bueno recordar esas historias Mino, nos hacen poner los pies sobre la tierra ahora que todo es crecimiento y progreso en el Peru. No olvidar es basico, ni lo bueno ni lo malo.
Sin duda que este museo debe crearse para que sirva, como dijo Triana, como un cuadro en nuestra memoria de lo ocurrido, sin catalogar si se hizo bien o mal, si eran o no terroristas, tan solo para no olvidar esa epoca, ya cada uno pensara lo que quiera al respecto, pero nunca olvidara.

Anónimo dijo...

La verdad no estoy muy seguro de la creacionj de este museo. Mucha politiqueria, muchos intereses que nublan el objetivo que tendria idealmente este museo. Creo q si es necesario pero no creo q en este momento, con lo del juicio a fujimori por ejemplo... no se.

muy bueno el post mino

Anónimo dijo...

Alguien podria explicar para los pelucas no peruanos que es exacatmente eso del museo de la memoria porfavor??

besos pelucas, los quiero, los amos, los hehco de menos, tunche casate conmigo boludo!
haha

Anónimo dijo...

El gobierno Aleman le quizo donar al Perú la construccion de un "Museo de la Memoria" para recordar la etapa de terrorismo que se vivio en el pais en los años 80. El gobierno no ha querido aceptar la donacion dando excusas estupidas como que un pais pobre no puede gastar dinero en esas cosas. El tema es muy sensible ya que en la batalla que se libró contra el terrorismo hubo una serie de matanzas extrajudiciales en las que se presume murio mucha gente inocente. De alguna Alan Garcia tiene rabo de paja ya que muchas de estas matanzas ocurrieron durante su primer gbierno lo que lo hace en cierta medida responsable.

Anónimo dijo...

Como el gobierno ve que dió un paso en falso al negarse a la construcción del Museo de la Memoria, ahora aduce que no se niega a recibir tal ayuda, sino que ésta debería ser en forma de apoyo a las víctimas del terrorismo, sea construyendo hospitales, viviendas etc. PERO, ya sabemos a donde va a ir a parar realmente ese dinero, de hecho que a engordar los bolsillos de unos cuantos delincuentes de saco y corbata. Porque es muy cierto aquello de que política y latrocinio van de la mano.

El Minotauro dijo...

Buen articulo de MVLL sobre el tema.

http://www.elcomercio.com.pe/impresa/notas/peru-no-necesita-museos/20090308/256015

El Tunche dijo...

Otra opinión al respecto.

http://www.elcomercio.com.pe/noticia/256496/canciller-garcia-belaunde-asegura-que-museo-memoria-seria-viable-30-40-anos

Moss dijo...

tengo q actualizarme en mis deberes peluqueros, andaba yo de viaje... de momento un saludo a todos!

(tunche, canesten?? es broma vdd?)

El Tunche dijo...

Bienvenida de nuevo Moss. Como estuvo el viaje??

COnr especto al Canesten... tú que crees Mossita?
jaja