Iluso él, perdió la fuente de su poder sobrehumano, la peluca. Dalila un día la cambió por un cartón de cigarros, y así llego a nuestras manos, previa coima de ley. Yo (aka El Tunche) y mi hermano gemelo de distinta madre y padre (aka El Minotauro), contamos con la pelucadesansón, la cual nos adjudica el poder y derecho divino de criticar, joder y pastrulear a quemarropa. Tú! ven y hazte acreedor de alguna mecha de la peluca, poder infinito de opinar y divagar libremente. NO LO LEASSSSS

25.11.10

La religión es dañina para la salud II

Pasó bastante tiempo, y ya era hora que posteara la segunda parte (leer aquí la primera). Pero esta vez no sere yo quien suelte la artillería, sino que lo hará el master Bill Maher.
Contundente.

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